EL CUADRO

La sala únicamente alberga un cuadro de la exposición, aunque es el de mayor tamaño y precio. La obra representa un taller de pintura. Al fondo aparece de espaldas el artista ante su caballete y, que con pincel en mano, trabaja sobre el ángulo inferior derecho, donde se difumina la escena de un niño que juega con un barquito de papel en una acequia. A la derecha de la figura del pintor, en el suelo y bajo el caballete se aprecia, perfectamente dibujado, un barquito de papel sobre un pequeño charco de agua que brilla en el ajado terrazo del taller.

Mientras admiro la peculiar belleza del cuadro, observo que, por mi lado derecho, avanza hacia mis zapatos, un reguero de agua con un blanco barquito de papel encallado en el parquet del museo.

A petición de mi esposa, quedo inmóvil para que pueda fotografiarme de espaldas. Oído el clic de la cámara, me giro y contemplo que, a su derecha, hay un niño rubio, arrodillado y jugando con un pequeño barco de papel sobre un charco de agua. 

Recomiendo al lector que eche un vistazo a su derecha. Hacia el suelo.

IsidrøMorenø