EL HERMANO OLEGARIO

 

EL HERMANO OLEGARIO

La anual celebración de Todos los Santos, producía ese alboroto que rompía la clausura y monotonía no sólo del viejo convento, sino también del pequeño camposanto donde, sin distinciones ni categorías, descansaban abades, priores, monjes, legos y hasta algún novicio.

El manto de cuidada hierba, las florecillas junto a las cruces y en definitiva la limpieza del primoroso cementerio, era obra de fray Olegario, por lo que siempre era felicitado.

Este año, Olegario no estaba plenamente satisfecho con el aspecto general del camposanto.

Esta vez, Olegario no era un visitante más.

Hoy, Olegario era visitado por sus muy queridos compañeros.

 

IsidroMoreno

(01-noviembre-2015.  Texto de 100 palabras)