ESPERANDO EN LA ESTACIÓN
La estúpida guerra había terminado. Diariamente iba a la estación a esperar a su marido. Los que llegaban del frente, apenas aportaban información optimista.
Cada día regresaban menos soldados.
Una mañana al levantarse, decidió vestirse de negro. Nunca más fue a la estación. Mi abuela ya siempre vistió de luto.
IsidroMoreno
Para concurso en FB, “50palabras”